Limita por el norte con San Marcos, San Benito Abad y Majagual; por el oriente con Guaranda y Achí; por el occidente con Buenavista y Montelibano, Pueblo Nuevo y por el sur con el departamento de Antioquia.
En la época Prehispánica Ayapel fue uno de los asentamientos más importantes en el Valle del San Jorge, formaba parte del legendario Zenú y era capital político-administrativa y comercial de la provincia del Panzenú.
Los panzenúes fueron un pueblo laborioso que se dedicó a la agricultura, a la caza, a la pesca, a la recolección, la navegación, al comercio, la orfebrería, la cerámica, los tejidos de algodón y fibras vegetales. Cultivaron la música, las danzas, la curación de enfermedades, los ritos, las ceremonias mágico-religiosas y el culto a los dioses y muertos.
El desarrollo de la agricultura fue posible gracias a una de las obras más portentosas emprendida en las culturas precolombinas: la adecuación de más de 500 mil hectáreas de terrenos inundables en la cuenca media y baja del río San Jorge, mediante la construcción de un eficiente sistema de drenaje en gran escala, basado en camellones y canales dispuestos en múltiples formas. Pero esta prosperidad y abundancia decayó por causas aún desconocidas.
La población disminuyó. Sin embargo, en 1534 cuando Alonso de Heredia, comandando una expedición española, incursionó en la región de Ayapel y encontró todavía vestigios de ese florecimiento, bajo la jurisdicción de un gran señor y cacique llamado Yapé o Yapel. La sede de su gobierno era un poblado situado en un brazo del río San Jorge, a un día de camino, al que denominaron Pueblo Grande. Estaba diseñado con calles rectas, plazas, casas limpias y bien construidas, rodeadas de campos y jardines extensos. Fue saqueado y destruido, y gran parte de sus habitantes masacrados. Los sobrevivientes se refugiaron en los humedales del complejo de ciénagas a organizar la resistencia, reconquista y reconstrucción del poblado.
En 1785 se dio el levantamiento y el gobierno independiente de los Comuneros de Ayapel. En 1833 figuró como parroquia del Séptimo Cantón de la Provincia de Cartagena. En 1857 es incluida, con la agregación de Uré, como Distrito del departamento de Corozal del Estado Soberano de Bolívar. Luego es Distrito del departamento de Magangué (1859) y en 1860 de la Provincia de Chinú.
Retorna como Distrito del departamento de Magangué en 1886. En 1905 adquiere la categoría de municipio del departamento de Bolívar y en 1951 la Ley 9a de Creación del departamento de Córdoba lo incluye como municipio de este ente territorial.
Geografía
El territorio en su mayor parte es plano y cenagoso, y en su mayoría está por explorar. En su jurisdicción se encuentran las ciénagas de Ayapel, Las Brisas, Los Bagres, Playa Tendida, Páticos, Los Toros, Caimanera, Parva Danta, Los Cauchos, Cañaguate, La Ceiba, Atascosa, Los Zapales de la Miel y Los Pantanos de los Pájaros. Es una zona que presenta un drenaje moderado entre los cuales se destacan el río San Jorge, los caños, quebradas y arroyos: Monteadero, Zambitos, La Ceiba, Macho, Caño Barro, La Colorada, Las Escobillas y Quebradona, entre otras.Economía
Las grandes reservas acuíferas convirtieron a Ayapel en uno de los principales centros comercializadores de pescado en la región, pero en los últimos años la merma sensible del recurso pesquero se debe al uso de aparejos de pesca prohibidos, a las capturas incontroladas violando los tamaños, las épocas y sitios de veda; el uso de dinamita, la contaminación de la ciénaga y las corrientes fluviales con el vertimiento de aguas residuales y de mercurio en la explotación de oro.La agricultura es la base de la economía, gracias a la fertilidad de sus tierras, dedicadas a los cultivos de arroz secano, yuca, plátano, caña de azúcar, ajonjolí, fríjol, cacao, ñame, verduras y frutales. Hay un importante programa frutícola con la siembra de variedades de mango, importados de Tahití (Tommy, Alkins, Vandike, Kent y Keitty).
Ayapel cuenta con un área de 144.339 hectáreas que están cubiertas de pastos. La actividad de los hatos ganaderos es la cría, levante y ceba de ganado vacuno; la producción de leche, queso y suero es relativamente baja y sin ninguna tecnificación. No obstante existen latifundios dedicados a la ganadería a gran escala y al cltivo del arroz, se destacan haciendas como Los pajaros, Hacienda Los Nidos en otrora de propiedad del ilustre ganadero Tulio Pérez Badel, Hacienda Costa Azul, Hacienda El Delta, entre otras.
Se explota el oro de aluvión, de excelente calidad, y la plata. Existen en su subsuelo promisorios yacimientos de níquel, cobalto, hidrocarburo y cromo.
AYAPEL, es uno de los municipios más hermoso de colombia, ofrece un gran atractivo turistico y algo muy importante cuenta con gente amable, que hacen lo posible para dar lo mejor de sí.